miércoles, 31 de agosto de 2011


Lamento

Y mi lamento comienza en el momento en que el que te veo marchar. Oigo tus pisadas sobre el viejo suelo de madera mientras mis manos tiemblan al saber que no estarás, que ya no volverán a acariciar tu suave cabello.
Miro a mi alrededor desconcertada, ha pasado ya un tiempo desde que te vi marchar. Ya no quedan tus huellas en la orilla de la playa, ni oigo el eco de tus sonrisas.
El único resquicio que me queda de tu permanencia a mi lado es mi recuerdo, ese que me obliga a verte cuando cierro los ojos y, como si de una película se tratara, apareces tú tras mis párpados cerrados.
El tiempo sigue corriendo, acechándome una hora más. Y sola en la oscuridad de cualquier lugar me lamento por el valor que me faltó, por no haberte seguido cuando tendría que haberlo hecho, por no llamarte, gritar tu nombre y suplicarte que te quedaras a mi lado.
Y ahora ya es demasiado tarde, tal vez sea otra la que bese tus labios y yo solo sea para ti una mancha gris en tu recuerdo de cuyo nombre prefieres ni acordarte.

lunes, 29 de agosto de 2011

YO

Ella, pequeña ilusa de grandes sueños, de gigantes anhelos y emociones. Entusiasta y seguidora de preciosas historias que sabe bien que jamás llamaran a su puerta. Ella, inteligente amiga de malas compañías dispuesta a hacer cualquier tontería. Ella, al fin y al cabo, un corazón latiente en busca de nuevas emociones, en busca de brillantes aventuras y alocadas situaciones. Ella ... a pesar de todo ... YO

ELLAS

Ellas, compañía a veces inútil, a veces brillante. Compañeras de un camino aun muy largo por recorrer, apoyo incondicional, emociones compartidas, miradas cruzadas, risas anheladas y muchas otras ya olvidadas.
¿Amor? Si, por que negarlo. Gran amor. Amor envidiado por muchos, anhelado por todos y obtenido por pocos.
Ellas, confidentes y sabedoras de miles de secretos que a veces no hace falta expresar con palabras, conocedoras de emociones y de pensamientos aun por descubrir.
Ellas, lentamente, ocupas de un corazón que por ellas no quedará vacío. 
Ellas, simplemente amigas.

domingo, 28 de agosto de 2011

Adiós verano, adiós


Se acaba el verano, se va el calor, el sol y las largas tardes esperando el anochecer. Se acaba el verano y me quedo con un buen sabor en la boca, sabor a risas y a playa, a juegos y a charlas interminables bajo la cálida luna de agosto.
Y lo dejamos ir, porque no nos queda otro remedio, esperando con ansias el próximo y deseando que nos traiga tantos momentos inolvidables como este que se va. 
El olor a mar que nos acompañó durante todo el viaje fue la guinda perfecta a esa semana de ensueño. 
Subir a ese enorme barco acompañada de mi familia, pasar con ellos momentos inolvidables en ese mágico crucero, visitando lugares y parajes preciosos. 
¿Se puede pedir algo más? Tal vez sí. Que se repita, todas las veces que sea posible, y que todas ellas sean tan maravillosas como ha sido este inolvidable viaje. 




Foto: Italia.