lunes, 11 de octubre de 2010



Egipto. Inteligente, emocionante, divertido, ágil, imprevisible, tierno, cosmopolita, delicioso, absorbente, dulce, profundo, mágico, intrigante, adictivo, romántico, urbano, sorprendente, vital, entrañable, apasionado, sutil, original, único, cautivador, extraordinario y absolutamente inolvidable.
Egipto. Lugar de contrastes. Con historia. Invitación a reflexionar o a echar a correr y retener en tu mente imágenes increíbles y espectaculares.
Egipto. Y sus gentes. indescriptibles. Ellos, que tan poco tienen, y, a pesar de eso, ayudan y ofrecen. Ellos dispuestos a abrirte las puertas de su casa a cambio de una mísera sonrisa. Ellos, extraños comportamientos tan alejados de los nuestros. Ellos, lanzando mil saludos a la espera de que algún turista se lo responda, solo eso, eso quieren, un simple "Hola" y una sonrisa.
Egipto. Volveré. Volveré a subir a ese camello, a recorrer tus bullidas calles y la soledad de tu desierto, volveré a nadar en el Nilo, volveré a cada rincón conocido y a aquellos que me quedan por conocer. Volveré

martes, 31 de agosto de 2010

Felicidad


¿Quién dijo que es complicado encontrar la felicidad? Mintió.


Yo encuentro la felicidad en un beso, tu beso. Encuentro la felicidad en aquellos momento, pequeños matices de una vida corriente, teñidos de colores alegres y vivos. Encuentro la felicidad en esas sonrisas compartidas con la gente a la que amas. La felicidad se encuentra en el fondo de cada uno, de nosotros depende querer sacarla allí fuera.

La felicidad es salud y energía. Es bienestar. La encontramos en caricias y en la esperanza. Sobretodo en esta última, la esperanza, compañera inseparable de la felicidad.

En la locura. También encontramos la felicidad en la locura y como no, en la espontaneidad. Haciendo lo que nos apetece, lo que queremos hacer, así somos felices.

La felicidad es vida, es luz y a la vez sombra. Es distinta para unos y para otros. A veces puede truncarse, pero de nosotros depende reconstruirla de nuevo. Por que es posible.

La felicidad es sinceridad y vida. Simplemente vida.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Miradas

La música, el ambiente, el calor, el aire, o la falta de él, el olor, el humo, el sudor, el contacto, las miradas…


Un lugar abarrotado, cuerpos contra cuerpos, se retuercen en una batalla. Bailan al compás de una música frenética que parece taladrar sus oídos. Él llega obligado por sus amigos. Ellos, compañeros de mil borracheras lo traen a rastras, él no quería salir de su casa, de ese lugar donde el dolor parecía doler menos, por que le dejó, ese amor tan dulce se marchó. Ahora, expuesto ante todos esos ojos, siente que pueden reírse de él, que son conscientes del dolor sufrido… Algo llama su atención. Sus ojos. Se abren un segundo, suficiente para descifrar su tonalidad verdosa, ella. Bailarina en el centro de la pista iluminada casualmente por un foco que la convierte en la estrella del lugar. Él la observa.

El baile, la bebida, las copas, el alcohol, los suspiros, las canciones, el contoneo, el coqueteo, las miradas…

Ella se contonea, baila, se siente bien. Es mas, se siente mejor que nunca. El alcohol ha empezado a hacer efecto y se siente como nunca. Baila demasiado lento para una música demasiado rápida. Pero ¿Qué mas de la? Solo quiere divertirse. Siente su mirada, se siente hermosa y abre los ojos. Allí están, un par de ojos, los suyos. De él. Ojos claros envueltos en una tez morena, y esa mirada, de un solo segundo, lo dice todo. Vuelve a cerrar los ojos y se deja llevar por esa música imponente…

Él espera y la observa, no osa dejar de mirarla. Ella lo siente y le gusta. Espera. No es capaz de acercarse, no quiere, o no puede, o las dos cosas.. tiene miedo. ¿Cómo afrontar la posibilidad de un nuevo amor cuando acaban de romperte el corazón? Se corrige mentalmente ¿Por qué piensa en amor? Solo quiere conocerla, hablar.. o eso se dice a si mismo, aun que en el fondo sabe que no. ¿Cree en el amor a primera vista? Se pregunta. Y la respuesta está allí, bailando. Ella abre los ojos de nuevo, verdes, realmente verdes. Y su oscuro pelo ondea en una especie de ráfaga de viento que solo ella puede sentir. Y esos ojos vuelven a ser la respuesta. Si cree.

Por fin se está acercando. Ella está nerviosa. No sabe por que. Tal vez sea por esas miradas, o por que es realmente atractivo…

- Te he estado observando - dice él en un grito intentando hacerse oír sobre el ruido de la música

- Te he estado esperando - concluye ella.

Y así, entre canciones, llega el beso. Y lo que es mucho mas importante, llega el amor.

martes, 17 de agosto de 2010

FUEGO

Fuego. Llamas rojas, naranjas. El fuego es luz, calor y miedo, y destrucción. Supongo que es lógico decir que el fuego es el elemento que mas se parece al amor. Por que lo sientes, sientes el fuego recorrer cada una de las pequeñas partículas de tu cuerpo. Añadiendo luz y calor. Es una sensación hermosa, mágica, casi irreal, pero también da miedo. Por que en ese momento, en ese lugar, una palabra, una mirada, un pequeño gesto es suficiente y ya está, estas enamorado. Y todos, absolutamente todos tus pensamientos y cada uno de los latidos de tu corazón pertenecen a esa otra persona. Y sí, tienes miedo, pero el amor es mas fuerte. A pesar de que está ahí, pequeño pero persistente, ese miedo, ese que ante cualquier pequeña duda crece y te grita "no lo hagas, no entregues tu corazón" por que lo sabes, sabes que corres un riesgo, que entregar tu corazón conlleva que pueden devolvértelo roto, hecho pedazos. Pero no te importa, ya es demasiado tarde. Y vuelves a pensar en el fuego, en la destrucción que este provoca y te das cuenta de que cada vez le encuentras mas similitudes con el amor, por que una vez que te han devuelto tu corazón roto, hecho jirones, eso es lo único que sientes, destrucción, vacío, dolor. Y el fuego se apaga, pero esta vez lentamente. No lo hace así, rápido, del mismo modo del que vino, por que llegó de una manera inesperada y sin que te diera tiempo a reaccionar. Pero se va lentamente, recordándote a cada segundo lo que tuviste y ya no tienes. Por que lo peor no es el fuego, si no las cenizas.

Y pasa el tiempo y parece que las cenizas que ese fuego dejó, por fin, se las ha llevado el viento.
Y de nuevo una mirada o un gesto y vuelve el fuego, la luz, el calor y vuelve el miedo. Esta vez mas fuerte y más grande. Por que ya sabes lo que se siente ante la destrucción del fuego y te preguntas "¿Soy capaz de volver a amar?" Y ya sabes la respuesta: Sí, lo eres. Por que a pesar de mil batallas perdidas, a pesar de miles de incendios has amado, y sabes que eso es mas fuerte y mas importante que todo el dolor sufrido y vuelves a empezar esperando que esta vez el final sea diferente, esperando que el fuego solo te de calor y no destruya, nada.

Andreaa